Cómo medir la inteligencia de las ciudades

Cuánto monóxido de carbono hay en el aire, cuándo sube el nivel de un río o qué espacios libres quedan para estacionar son sólo algunos de los datos que pueden medirse en forma inmediata a través de sensores conectados a internet. La UTN Santa Fe trabaja en la medición y estudio de este tipo de indicadores que definen a una ciudad inteligente.

foto de coordinadores de área Tics

“Una ciudad inteligente es aquella que puede reaccionar por sí misma a los cambios que ocurren en el día a día de forma proactiva y rápida a través del uso de tecnología. Por ejemplo, que reaccione a la medición de cuánto tráfico hay en determinadas áreas para cambiar la duración de los semáforos”

explica el Ing. Walter Justet, uno de los coordinadores del Observatorio de Internet de las Cosas y Ciudades Inteligentes de la UTN Santa Fe, junto con Celeste Weidmann y Alfonso Trevignani.

“El objetivo de hacer una ciudad más inteligente es siempre mejorar la calidad de vida sus ciudadanos.”


El equipo de la UTN trabaja en base a 91 indicadores fundamentales de rendimiento internacionales que definen cuan inteligente es una ciudad. Esos indicadores fueron elaborados por la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) y sirven para definir los criterios necesarios para evaluar la contribución de las TICs a que las ciudades sean más inteligentes y más sostenibles y, a su vez, brindan los medios necesarios para autoevaluarse.

El Ing. Alfonso Trevignani detalla que “una ciudad es más inteligente de acuerdo a la cantidad de información que puede colectar y procesar para después tomar decisiones. Es más o menos inteligente cuanto más aceitado tenga ese proceso. No se miden solo las variables relacionadas con tecnología, se miden todas las aristas de una sociedad, como la cultura y la economía. Y se hace uso de las TICs (Tecnologías de la Información y la Comunicación) para medirlas”.


Los indicadores apuntan a medir el funcionamiento de una ciudad desde un punto de vista holístico, abarcando tres grandes dimensiones: Economía, Medioambiente y Cultura y Sociedad. Dentro de cada dimensión, hay sub dimensiones que se enfocan en áreas más específicas de funcionamiento y progreso. A su vez, los indicadores están subdivididos en núcleo (core) y avanzados. Los indicadores núcleo son los que deberían poder ser reportados por todas la ciudades, proveen un esbozo básico de inteligencia y sustentabilidad y mayores niveles de performance pueden ser alcanzados. Los indicadores avanzados proveen una visión más en profundidad de una ciudad y miden el progreso en iniciativas más avanzadas; sin embargo, reportarlas o implementarlas puede estar más allá de las capacidades de algunas ciudades.

Acceso a infografia interactiva

“En todas las mediciones es necesario tener un soporte tecnológico que permita almacenar los datos en el tiempo, ver el posicionamiento geográfico u otras cuestiones para hacer un seguimiento –agrega Justet-. Esos indicadores históricos sirven para ver cómo va evolucionando la ciudad e ir comparándola con otras”.

En una ciudad inteligente, se apunta a facilitar también el día a día de sus ciudadanos, a través de mediciones útiles como por ejemplo que los semáforos vayan adaptando el tiempo de la luz en rojo o en verde de acuerdo al flujo vehicular; que los conductores sepan dónde encontrar un lugar para estacionar desde el auto o que un vecino pueda, a través de determinados equipos, medir la potencia de la antena que está frente a su casa y comprobar si las radiaciones están dentro de los parámetros de la OMS.

clasificación de los indicadores
Clasificación de los indicadores

El estudio en Santa Fe

En 2014 la Argentina firmó convenio para que las universidades puedan participar de proyectos con la ITU. En 2015, Trevignani asistió a las reuniones de trabajo de la UIT en Ginebra, donde se debatieron las normativas de las nuevas tecnologías que se aplicarán en el mundo, como la puesta en vigencia en el año 2020 del 5G (quinta generación de tecnologías de telefonía móvil). Su viaje fue apoyado por la Secretaría de Comunicaciones de la Nación y se enmarcó en la apertura de este organismo internacional a la participación de especialistas universitarios de todo el mundo. En 2017, la ITU le propuso a la UTN Santa Fe ser sede de dos eventos internacionales: el Kaleidoscopio y el Foro Mundial de Ciudades Inteligentes.

“A partir de un convenio con la Municipalidad, estamos relevando los indicadores que la ITU denomina core o núcleo –explica Trevignani-. Algunos están incluidos en el proyecto Santa Fe Cómo Vamos. Otros serán datos nuevos y requerirán de convenios con empresas privadas y públicas que son las que proveen esos servicios (por ejemplo las mediciones de agua, de luz o de internet). Nosotros hacemos la recopilación de esa información. Luego se envía a la UIT donde un consultor externo lo analiza y da su conformidad así como una serie de recomendaciones para mejorar ciertos indicadores. Además, a partir de este trabajo, se incluiría a nuestra ciudad en el índice a nivel mundial”.

Ciudades a la vanguardia

Dubai y Singapur se toman como referencia para otras ciudades que tratan de aplicar estrategias de ciudad inteligente. “Anualmente van revisando y midiendo cuánto van mejorando. Y se van uniendo otras –explica Trevignani-. La UIT arma un índice de ciudades que están trabajando en ser más inteligentes. El caso particular de Santa Fe es emblemático en Argentina porque es la primera ciudad que releva estos aspectos. Es un desafío no solo por ser los pioneros sino porque es una prueba piloto en la que el Observatorio de Internet de las Cosas y Ciudades Inteligentes de nuestra Facultad trabajará como coordinadora y luego se podrá replicar en diferentes ciudades del país y de Latinoamérica”.

Los contextos culturales y económicos son muy diferentes por eso no se comparan ciudades entre sí, si no que los índices sirven para ver la propia evolución. “Se toma en cuenta el contexto a la hora de definir dónde están ubicadas las ciudades en ese ranking mundial –amplía Justet-. Hay ciertos factores núcleos que debe cumplir y otros que son más avanzados. De los 91 indicadores hay 65 que son considerados más importantes para que el ciudadano tenga mayor calidad de vida”.

Algunos ejemplos de cómo las TIC están ayudando a construir ciudades inteligentes y sostenibles:


Singapur En Singapur, los sensores y cámaras se basan en el sistema digital existente municipal y permiten al gobierno evaluar el rendimiento y la eficiencia del flujo de tráfico e identificar problemas tales como baches y irregularidades en la línea de autobuses, así como delincuentes. Por ejemplo, para reforzar la seguridad en los espacios públicos, la ciudad ha instalado más de 62.000 cámaras policiales.


Singapur Copenhagen (Dinamarca) ha mejorado su alumbrado público con lámparas eficientes conectadas a través de una red inalámbrica. Las farolas inteligentes ahorran costos porque pueden programarse para que se atenúen o se iluminen automáticamente, optimizando el consumo de energía y reduciendo el riesgo de delitos y accidentes de tráfico.


Singapur São Paulo (Brasil) ha desarrollado una solución para estimar y predecir la calidad del aire utilizando análisis de IA y macrodatos. Los datos agregados y anónimos obtenidos de la red móvil y se combinan con datos de los sensores meteorológicos, de tráfico y de contaminación. Esto ayuda a calcular los niveles de contaminación con 24 a 48 horas de anticipación.


Singapur En el municipio de Holon (Israel), el sistema de alcantarillado estaba plagado de problemas como obstrucciones y desbordamientos frecuentes. Se instalaron dispositivos equipados con sensores para gestionar mejor sus sistemas de alcantarillado y enviar alertas a través de SMS cuando el nivel alcanza límites bajos o altos.


Singapur Dubái ha implantado un sistema de reclamos electrónicas para que el ciudadano pueda dar su opinión regularmente sobre los servicios públicos.


Fuente: www.itu.int/es

Internet de las cosas

Para recopilar la información de los indicadores se necesitan sensores y dispositivos. El consumo de agua potable, por ejemplo, se mide a través de un dispositivo que capta la información, y que a su vez está conectado a la red (para enviar esa información). ¿Cómo se logra? A través de Internet de las Cosas.

“Internet de las cosas permite brindar conectividad a todos los dispositivos –aclara Trevignani-. Desde la heladera y el televisor hasta los que miden el tránsito, el alumbrado público o el consumo de agua. El objetivo es lograr que todo lo que antes estaba desconectado ahora esté conectado, brinde información y permita ejecutar acciones. Hay una relación directa entre ciudad inteligente e internet de las cosas, porque la ciudad requiere de todos esos sensores para poder captar información. No hay que olvidarse tampoco del concepto de Big Data: tener todos estos dispositivos conectados implica obtener un gran cúmulo de datos para procesar y generar, en base a ellos, información de calidad. El 5G será un protocolo superador porque permitirá conectar todos estos sensores”.

Qué es el 5G
La "G" significa "Generación". La tecnología para teléfonos comenzó con el 1G y, a comienzo de los 90, se expandió al 2G, lo que permitió que la gente enviase SMS entre dos dispositivos. El 3G dio a las personas la capacidad de hacer llamadas, enviar mensajes de texto y navegar por internet. El 4G permitió que muchas de esas posibilidades se pudiesen hacer más rápido.

"Tenemos implementada una infraestructura que permite largas distancias con bajo consumo de ancho de banda. Se trata de antenas de comunicación de dispositivos de Internet de las Cosas utilizando la tecnología LPWAN. Durante este año se incorporaron a la red de datos de la Facultad: una antena LoraWAN -a partir de un convenio con la empresa Yeap! (mástil, antena y equipos de transmisión)- y una antena con tecnología Sigfox (mástil, antena y equipos de transmisión) -a partir de un convenio con la empresa WND Group-. Esta infraestructura permite cubrir parte del casco urbano y aglomerado de Santa Fe y brindará conectividad a los proyectos de IoT que se desarrollen desde la Facultad y para los que esta tecnología sea adecuada. El Observatorio actuará como un facilitador, entre las necesidades que surjan del proyecto de indicadores de Ciudades Inteligentes, vinculando esta necesidad relevada con la capacidad instalada a partir del trabajo que vienen desarrollando diferentes grupos de la Facultad."